AROMA A CAFÉ
(Mi poema de cumpleaños) Por José Lacides.
Ven, proyecta la silueta de tu cabello,
y empieza a jugar con el viento,
no existe mejor momento
que estar frente a tus destellos.
Pronto caerá la flamante tarde,
entre pinceladas tenues color naranja,
observando un corazón cobarde
que en recuerdos se incendia.
Quiero escucharte, y no pido nada más,
que mi elocuencia desenfrenada no te contenga,
y que me cuentes de temas sin parar
hasta que sea la noche que nos detenga.
Puedes servir otra taza de café,
aunque es suficiente con el aroma que desprendes,
¿Te parece si me cuentas otra vez,
de tus sueños y del camino que emprendes?
No sé si quieras conversar sobre algún libro,
o mejor, háblame de Dios y de sus promesas,
cuéntame con ese fuego que emanas, como signo
de amor, hacia quien tanto cariño profesas.
Te puedo narrar un poco de luciérnagas o de flores,
del amor que conservan los radiantes Girasoles
o del compromiso de las Dalias y sus bellos colores,
quizás de la sencilla e impoluta Margarita que apacigua temores.
Posiblemente tenga tanto que contarte
pero por alguna razón arcana, prefiero escucharte,
y entender la manera en que tejes sin cansarte,
momentos increíbles que te hacen imparable.
Cuéntame, si es posible de todos tus sueños,
Danzará mi atención de alegría por tus propósitos,
Y probablemente me emocionaré con más empeño
Por tus planes, a lo mejor hasta el infinito.
El reloj me observa con envidia
y empieza a despedirme,
que volátil son las horas del día
que tan pronto tenga que irme.
Es tan agradable llegar con las manos vacías
y volver a casa con el corazón lleno de gracia,
hace mucho que en mis puertos no sucedía
que el corazón disfrutaba de las acrobacias.
No sé por qué razón mientras escribo
llega a mí, ese aroma indecible a café,
y escarbo entre mis memorias y revivo
los instantes en que tantas veces te miré.
Aunque inquietante, es apacible este momento de sosiego,
mientras me consume el insomnio infaltable una y otra vez,
es gratificante pernoctar y recordar mientras navego,
de la eternidad de aquellas personas con aroma a café.
Como mi estimada, que en algún lugar sigue soñando,
que, aunque lejos, la abrazan mis más sinceros deseos,
de verla, radiante, y por supuesto, caminando y triunfando,
ojalá llegue a ella estos versos con aroma a “te quiero”.
Te admiro por muchas razones que te hacen increíble, deseo que todo lo bonito se cruce en tu camino, te envío un fuerte abrazo✨
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