EXPERIENCIA DESDE UNA PERSPECTIVA FEMINISTA EN TIEMPOS DEL CORONAVIRUS: (COVID 19)

Desde el miércoles 18 de marzo del 2020 estoy en casa, y justo en ese momento empezó mi experiencia frente al COVID 19 más conocido como coronavirus, que es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente el sistema respiratorio, se manifiesta como una gripe con diversos síntomas como dolor de garganta, fiebre, dificultad para respirar etc. La primera medida tomada por la universidad de la guajira fue cancelar todas las clases presenciales, puesto El covid 19 ya había llegado a Colombia y el gobierno nacional siguió las instrucciones y recomendaciones internacionales sobre el abordaje de esta temática. La estrategia se llama quédate en casa por lo que todas las personas deben ser obedientes quedarse en su casa para evitar no contagiarse; el cambio de mi vida cotidiana y la de todo el país y el mundo tuvo un cambio nunca antes visto, por un periodo de tiempo; según los organismos nacionales es una estrategia necesaria. La pregunta que debemos hacernos desde la salud feminista y desde el activismo con perspectiva de género es ¿cómo van a impactar estos cambios bruscos propuestos por la problemática actual en la vida cotidiana de hombres y mujeres?  Pues si bien en el ámbito de la salud al igual que en todos los contextos laborales se observa la desigualdad sexual del trabajo. Esto conlleva a que la problemática afecte directamente a las mujeres, pues estas son el grueso de profesionales sanitarios que se enfrentaran al sufrimiento y a las muertes en un mayor porcentaje frente a hombres. 
En este orden de ideas para entender el género y la desigualdad que se visibiliza dentro de esta es importante citar a el (DANE) Departamento Administrativo Nacional de Estadística que entregó un avance del Censo Nacional de Población, donde se evidencia que el 51,4% de la población en Colombia está conformada por mujeres.

 Por lo tanto, según los datos preliminares, por cada 100 mujeres hay 95 hombres en Colombia, lo que representa el 48,6% de los habitantes en el país. Esto quiere decir que las mujeres mantienen un contacto más directo con la población, profesionales como médicos, enfermeras, pediatras, medicina familiar, medicina comunitaria, e incluso profesiones no medicas pero que de una u otra forma deben estar interviniendo el índice de feminización es mayor.  Pero si vemos los altos cargos y aquellos de mayor responsabilidad jerárquica por supuesto que los hombres encabezan la lista, y estos a su vez desempeñan cargos donde tienen poco contacto con los usuarios. Resulta evidente que el mayor riesgo lo tienen las mujeres ya que estas tienen una mayor cercanía con la población y el riesgo de contacto aumenta y no solamente eso si vemos la cereza del pastel tenemos que nosotras somos las peor remuneradas y tenemos el mayor reto de trabajo. Esta situación se observa no solo en el área de la salud (pública y privada) si no en todos. Por otro lado, las medidas de protección no tienen en cuenta estas desigualdades y diferencias de género que existen.
La experiencia de quedarme en casa ha sido buena y mala positiva y negativa, pues me prohibió la posibilidad de manejar bici, jugar futbol, ir al gym, y realizar un sin número de actividades, pero a la vez me trajo con mi familia, nos invita a reflexionar, pero sobre todo a valorar lo que Dios nos da para aprender una gran lesión. Es una situación seria que requiere de la responsabilidad individual para el bienestar colectivo. Como estoy desde casa sin poder aportar a este problema social que afecta todo el sistema, a través de esta tarea quise hacer una reflexión para aquellas trabajadoras de la salud que están allá fuera brindando sus servicios teniendo en cuenta la desigualdad de género que se presenta en este contexto.
Hoy concluyo con un millón de dudas que no me dejan dormir, por ejemplo: ¿qué pasará o como abordará el estado las consecuencias de pérdidas del empleo por la sobre carga de cuidados? ¿Cómo sobreviven aquellas mujeres que viven del día a día? ¿Cómo harán las madres cabeza de familia para sustentar sus hogares? ¿Y finalmente el alejamiento de los familiares de aquellas heroínas encargadas de la salud que deben servir desde sus puntos de trabajos? Sin duda alguna el incremento de la pobreza y desigualdad impactan altamente nuestros días.
Finalmente quiero expresar que en lo que va de este tiempo de cuarentena ya tenemos millones de experiencias no muy positivas ni alientadoras pero a pesar de todo es un tiempo de reflexión y apoyo, tiempo de familia donde abunda la unidad, la esperanza, el amor y la comprensión, tiempo de perdonar y pedir perdón a Dios y a todo aquel que hemos ofendido, tiempo de disculparnos por tanta maldad y arrogancia, pedir perdón aun al medio ambiente y a la naturaleza que nos ofrece todo pero no que no valoramos. Entendiendo así que a pesar de la problemática que atraviesa el mundo entero no es necesario esperar que nos obligue a quedarnos en casa y dedicar tiempo a lo más valioso que tenemos: la familia. Pero también les invito a valorar a aquellas mujeres, madres, cuidadoras del planeta y de nosotros, aquellas mujeres 10 que están en el campo de la salud dándolo todo por amor. QUEDATE EN CASA Y SE UNA MEJOR PERSONA.






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